El primer alcalde de la democracia marteña y presidente provincial del PSOE de Jaén, Antonio Villargordo, fue enterrado ayer. Hasta la tumba llevó su ideología socialista y animó a sus vecinos, en una última carta, a luchar por la libertad y la igualdad.
Faltaron rosas rojas para despedir al padre de la democracia marteña y se acabaron las palabras que dedicar al “maestro” de la política socialista jiennense. El murciano de nacimiento y marteño de corazón Antonio Villargordo fue enterrado, ayer, junto con los restos de su mujer, ante un pueblo que lloró por el que fuera alcalde de la ciudad entre 1979 y 1995.
En el viaje al “más allá” apenas se llevó equipaje, pero quiso recordar su ideología con una bandera republicana y otra del PSOE del municipio. Descansó en la sede de la Administración local, recibió el bastón de mando y, por propia petición, fue trasladado hasta el cementerio sin pasar por la iglesia. Antes, su nieta y alcaldesa, Sofía Nieto, leyó su “última carta”, en la que animó a los vecinos a “mantener viva la llama de la libertad”.
Subió la explanada de la necrópolis a hombros de su familia y luego fue llevado hasta su nicho por concejales y por su “mejor discípulo”, José Saavedra. Hasta el cementerio se acercaron compañeros como la consejera de Educación, María del Mar Moreno; el presidente de la Diputación, Felipe López; el vicesecretario general del PSOE de Jaén, Francisco Reyes; la alcaldesa de la capital, Carmen Peñalver; el coordinador provincial del Instituto Andaluz de la Juventud, Carlos Hinojosa; miembros de Juventudes Socialistas; concejales de todos los partidos que forman la Corporación local actual y las anteriores, representantes de los distintos colectivos marteños, así como el director de Diario JAEN, Juan Espejo, entre otros.
Miles de vecinos, autoridades políticas, sindicalistas, miembros de la Caja de Jaén —de la que fue presidente—, compañeros de su partido y de la oposición, asociaciones y alcaldes de otros municipios se desplazaron, ayer, hasta el Ayuntamiento, donde se instaló la capilla ardiente, para dar el “último adiós” al que definieron como “un gran político, el mejor de los hombres y un fiel amigo y compañero que deja un hueco irreparable”. La familia también contó con el apoyo del secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías; la consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro; el secretario general de la Unión General de Trabajadores en Andalucía, Manuel Pastrana; el antiguo presidente de la Diputación Cristóbal López Carvajal, y senadores y parlamentarios andaluces.
Nieto agradeció a los asistentes el respeto por su abuelo y recordó que este sería su “penúltimo viaje”. “Volverá para reorganizar el Partido Socialista”, aseguró, emocionada, la alcaldesa.
Fuente: DiarioJaén
viva los socialista
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