El día 17 de Febrero del año 1734, el Rey Felipe V firmaba en el palacio de El Pardo una Real Cédula y Carla de Privilegios concediéndole a la Villa de Linares una Feria Perpetua, Pechera y Franca para los primeros cuatro y ocho días desde el de San Agustín de 28 de Agosto hasta el día 4 de Septiembre.
Apenas transcurridas tres semanas el preciado documento llegaba al Concejo linarense quien lo hizo público en la sesión celebrada el día 11 de Marzo de aquel año acordándose, según el acta que transcribimos, "se publique por voz de Pregonero en la Plaza demás calles acostumbradas de esta para que llegue a noticia de todos los vecinos della y para que esta pase a otros destinos y pueblos y cabezas del Reino de forma de Requisitorias convenientes para que se publiquen en ellas y anoten en los almanaques para su perpetuidad y se ponga en las paredes..."
La primera Feria de Linares tuvo lugar aquel mismo año y en las fechas indicadas, no estando exenta de un incidente que pudo dar al traste con su realización pues el Administrador de Rentas y Tributos, pretendiendo ignorar sus privilegios y exenciones de impuestos en los primeros cuatro días, intentó cobrárselos a los feriantes que alarmados y sorprendidos acudieron al Corregidor amenazándole con levantar sus puestos. Este convocó urgentemente al Cabildo (L. de Actas de 28.8.1734) acordando no permitir los propósitos del Cobrador de Rentas dándose de nuevo lectura de la Real Cédula "en altas e inteligibles voces". Muy mucho se cuidaron los Regidores del Cabildo al paso de los años de que la Feria de San Agustín gozase de los atractivos necesarios invitándose expresamente "a las autoridades superiores de la provincia así como a otras ilustres personalidades que han de concurrir al palco presidencial de la plaza de toros con pastas y refrescos"(Cabildo de 23.8.1801), curioso acuerdo que nos da a conocer la fama que ya entonces tenían nuestras corridas de toros.
Pestes, epidemias, sequías, las guerras de la Independencia y civiles del siglo pasado obligaron varias veces al Ayuntamiento linarense a suspender algunos años estas Reales Ferias de San Agustín y a adelantarlas en otros o retrasarlas. Así sucedió en el año de 1860: El recinto ferial solía estar ocupado por las dos plazas del Ayuntamiento y El Bermejal, las calles del Pontón, Baños, Mesones, Riscos, Moredillas y las dos Correderas, Alta y Baja. Alegando el Municipio las obras que se estaban realizando en alguna de dichas calles, acordó retrasar la Feria al mes de Octubre pero los motivos reales pudieron serios primeros casos de cólera procedente del norte de Africa detectados en nuestra población precisamente en el mes de Agosto.
De los Bandos al Programa Oficial... Según los datos existentes fue entre los años 1876-1879 cuando se produce una evolución en los medios de difundir la Feria de Linares. El "boom" minero alcanza altos niveles y la antigua Villa acaba de conseguir el título de Ciudad contándose ya con varios talleres tipográficos donde se editan diversos periódicos, revistas y primorosos impresos. El Municipio supo ser receptivo a estas innovaciones y al efecto, los "Bandos" que comunmente se daban a conocer por voz del Pregonero o manuscritos por los amanuenses para su fijación en las esquinas se sustituyeron por impresos confeccionados en nuestras imprentas. Curioso por demás es el que firmado por el a la sazón Alcalde en 1876 Don Francisco Gómez del Castillo pormenoriza la distribución de los puestos de compraventa en calles concretamente determinadas: los dulces y golosinas en la plaza del Ayuntamiento, la loza y cristal en El Bermejal y comienzos del Pontón, las guitarrerías, caldererías y hojalaterías en la calle Baños, las talabarterías y esparterías en las calles del Agua y Castillos, etc., etc.
La sustitución de los "Bandos" por lo que podemos considerar "Programas oficiales" tuvo que ser entre los años 1877-1879, conservándose al menos en nuestro Archivo el de 1879 con una bonita orla que rodea el texto en el que se detallan día a día los festejos a celebrar entre ellos una corrida de toros lidiada por El Gordito y Frascuelo.
Existía también una razón esencial e importante para este avance de los medios de difusión de la Feria como lo fue en el citado año 1879 del traslado del antiguo recinto ferial a otro más amplio y unitario pasándose así de las calles céntricas de la antigua Villa al Paseo de Linarejos. Así lo hizo saber en un Bando la Alcaldía anunciando oficialmente la celebración de la Feria "por primera vez en el paseo de Linarejos donde se establecerá un magnífico alumbrado de gas con nuevos y elegantes aparatos..."(Arch. Mpal. , leg. "Bandos").
Que nuestros talleres tipográficos estaban al día en cuanto a los adelantos de su sector nos lo confirman los bellos y cuidados Programas Oficiales publicados en la ultima década del pasado siglo XIX. Tenemos a la vista un Programa jocoso editado el año 1891 en la Tipografía de Ramón Carrasco; otro del año 1894, tamaño octavo, impreso en la imprenta Gutemberg de la calle Los Castillos; un tercero primorosamente impreso en los mismos talleres con varias paginas de contenido y ya a caballo entre el pasado el actual siglo XX los Programas Oficiales anunciando nuestra Feria se distinguen por su policromía y esmero constituyendo para las escasas familias que los poseen y conservan una preciada joya documental e histórica desgraciadamente inexistente en parte en nuestro Ayuntamiento debido a las depredaciones que ha sufrido a lo largo de estas últimas décadas.
La propaganda mural de la Feria y Fiestas de S. Agustín conjuntamente con los programas "de mano" a cargo ambos trabajos de los talleres litográficos Ortega, de Valencia, fue sustituida algunos años por ediciones propias impresas en las imprentas linares es como ocurriera en los años de 1919 con un programa en tricomía impreso en "La Cervantina" de Linares o durante la Segunda República -- en el año 1932--con un programa en cuya portada tricolor figura una fotografía del comienzo del paseo de Linarejos, acompañando a la edición de estos programas oficiales los editados por las empresas taurinas anunciando las corridas a celebrar.
Estos son, someramente descritos, algunos rasgos de nuestra Feria de agosto y los medios para su difusión desde que Felipe V nos la concediera hace más de dos siglos.
Juan Sánchez Caballero
Cronista oficial de Linares
