JABALQUINTO PASO A PASO " SECADERO DE TABACO".
En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ha ofrecido cada dos semanas a todos los lectores que han visitado la Web Jabalquinto.biz una sección con la que hemos podido conocer algunos rincones con encanto de Jabalquinto esta sección dió comienzo el día 11 de diciembre del 2010 y este es el últimos recorridos de "Jabalquinto, paso a paso" con lo que finaliza esta Sección, desde la Web Jabalquinto.biz queremos darle las gracias publicamente a Olayo Aguacil González por querer que conozcamos algo más los rincones con encantado de Jabalquinto.Esta semana finalizamos esta sección con la última ficha de Jabalquinto Paso a Paso
" SECADEROS DE TABACO".
" SECADEROS DE TABACO".
El tabaco, muy extendido en América en la época del descubrimiento, e introducido en Europa y después en Asia a partir del siglo XVI, se cultivaba y también se procedía a su secado en la denominada Vega de Jabalquinto, en donde aún se resisten, a pesar de su notable abandono, a desaparecer algunos de ellos.
En Jabalquinto se empezó a sembrar tabaco en 1953, en el paraje denominado “La Vega”. Se sembraba a finales del mes de julio, y se recogía en el mes de diciembre. Tras la recogida de las hojas de tabaco verdes, se llevaban a los secaderos, se hacían “ristras” y se colgaban en traviesas del techo. Para el proceso de secado se construyeron cuatro secaderos de propiedad de Eleuterio González, Esteban Sánchez y José Escribano.
Dicho tabaco, una vez seco, se le quitaban hojas, se pesaban y se empaquetaban para su traslado a Granada para su elaboración.
La mano de obra, durante la recogida era de unas 150 personas entre hombres y mujeres; unos recogían las hojas, otros las cargaban. Otras personas hacían las ristras; siendo los más jóvenes los que se subían en unas escaleras para colgarlas en los travesaños.
Dicha actividad se desarrolló en Jabalquinto durante unos quince años, desapareciendo por diversos motivos, entre ellos el alto coste de la recogida y quizá la falta de tradición de este tipo de cultivo, siendo plantado el terreno de olivos.
En aquella época, tras la recolección del tabaco, se procedía al enristrado de las plantas que pendían durante dos meses del techo de la nave de estos secaderos naturales; cuyas características constructivas eran las siguientes: planta rectangular con una única y alargada nave; vertiente a dos aguas con cubierta de teja árabe;abundantes ventanas con enrejado de ladrillo por todos los lados; pequeños agujeros circulares y multitud de chimeneas que destacan en el tejado.
Abundantes orificios por todos los lados con un único y evidente objetivo: permitir la entrada y circulación de corrientes de aire que era el único elemento utilizado, junto con la temperatura y humedad que marca la naturaleza a lo largo del año, para este tipo de secado. Una vez seco se embalaba en cajones para su posterior traslado a las fábricas en las que se preparaba para su venta y consumo. Consumo que era frecuente hacerlo utilizando la cachimba o liándolo por el propio fumador en papel que se adquiría en los estancos en “libretes” con uno de los lados engomados. No faltaron sencillos artilugios para que cada uno se liase su propio cigarro.
En la siguiente adivinanza, recogida por vía oral, se resume sabiamente el proceso que sigue el tabaco desde que nace hasta que es consumido en un cigarro.
Verde fue mi nacimiento
negra mi mocedad
y ahora me visten de blanco
para poderme gastar.
Tabaco suelto que era llevado en una especie de estuche de cuero, llamado petaca.Petaca, cajetillas de tabaco y liadora de cigarrillos
Me gusta la leche en tarro
el aguardiente en tonel
el vino tinto en un jarro
y al terminar de comer
de tu petaca un cigarro.
Dame, primo un cigarrillo
de esta petaquita nueva
pa, mientras me lo fumo,
decírselo a esa mozuela.
Me gusta la leche en tarro
el aguardiente en tonel
el vino tinto en un jarro
y al terminar de comer
de tu petaca un cigarro.
Dame, primo un cigarrillo
de esta petaquita nueva
pa, mientras me lo fumo,
decírselo a esa mozuela.
CASTILLO DE ESTIVIEL O LAS HUELGAS".
En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas a todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana,"CASTILLO DE ESTIVIEL O LAS HUELGAS".
Situa en el término de Jabalquinto a unos doce kilómetros del núcleo de población es visible desde todo el medio circundante (desde la autovía de Granada, Nacional IV y carreteras de acceso a estas vías de comunicación) por lo que es fácil el acceso circulando por la antigua Nacional IV pasado Mengibar dirección a Bailen, tomaremos un carril agrícola a la izquierda que, fijando como referencia varias torres de antenas, nos conducirá al castillo.
Entre olivares llegamos a la señorial casa - Cortijo de las huelgas - en cuyas inmediaciones aún se resiste a desaparecer, a pesar de su abandono, las ruinas de un antiguo castillo asentado en la cima redondeada y aplanada de una colina con excelentes vistas.
Entre todos los asentamientos humanos en la historia del término municipal de Jabalquinto destaca la finca de Las Huelgas, situada en el margen derecho del Guadalquivir, cerca de la desembocadura del Guadiel, donde se emplaza la antigua aldea islámica de Estiviel, con la que se vincula el origen de Jabalquinto, estrechamente ligado al nacimiento del señorío de Día Sánchez de Biedma (justicia mayor de la casa del rey y alcalde de Jaén, Quesada y Tíscar) que consiguió a finales del primer cuarto del siglo XIV que Baeza le cediera en señorío la antigua aldea islámica de Estiviel que se había quedado despoblada tras su conquista por Fernando III, allá por el año 1224, para recuperarla; aunque no se establecieron vecinos, sino, como ha descrito Pedro Porras, el proceso comenzó por la puesta en cultivo de diversas zonas, y la organización de dehesas, reconociéndose a los vecinos de Baeza el derecho a roturar las tierras y a llevar a pastar sus ganados, a cambio del pago de unas rentas al señor.
Estiviel (aldea islámica) o de las Huelgas (finca), asentado sobre una colina desde la que se divisa el valle del Guadalquiir y todo el territorio circundantes es un ejemplo de utilización prolongada de un valioso emplazamiento estratégico. Primero un oppidum prerromano, después un torreón beréber, más tarde una torre del homenaje cristiana torre del homenaje cristiana que se levanta desafiante ante los siglos, del último cuarto del siglo XIII, cuando posiblemente los castellanos reconstruyeron el castillo beréber asolado por Fernando III en el 1224.
En esta fortaleza de forma circular, posiblemente porque se asienta sobre una edificación prerromana con dicha forma, destacan los restos de la torre del homenaje de planta cuadrada de cerca de doce metros de lado, hecha de calicanto y cuyo muro exterior alcanza en la actualidad una considerable altura permitiéndonos adivinar su estructura interior, con ocho huecos que en el primer piso serían saeteras y en los de arriba ventanas.
Dentro de la torre, asentada sobre un podio de calicanto, hay un hermoso aljibe. Dirección norte se aprecia una especie de pozo, parecido a una calera y a pocos metros de éste, un torreón de 7,66 metros de altura por 4,66 de frente y 4,50 de lado, al parecer hermano de las cercas bereberes de la región (Andujar, Jaén, Giribaile). En el lado oeste se encuentra un bastión asentado con un zócalo de sillarejo y un aljibe en el patio de armas.
Restos de piedras y murallas parecen confirmar que había varias cercas defensivas organizadas a modo de círculos concéntricos por algunos lados un poco desviados para aprovechar la forma del escarpe rocoso
En este mismo lugar la tradición ha situado el templo del dios Jano, el cual con sus dos caras divisaba la separación de dos provincias romanas: Bética y Tarraconense.
A falta de datos que confirmen la existencia del templo dedicado al dios de las dos caras que mirando en sentidos opuestos representaba las puertas abiertas, los comienzos y finales, el dios de los cambios y las transiciones, lo que si está claro que este fue el límite cuando se hizo la división provincial en época de Augusto y que fue escenario de la Segunda Guerra Púnica, cuando los ejércitos cartaginés y romano se movían en el eje Cástulo-Iliturgi.
En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas a todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana, "MOSAICO ROMANO EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE JABALQUINTO".
Una vez visitados los lugares más representativos del núcleo urbano, es el momento de aproximarnos a algunos rincones de su término municipal. Iniciamos este pequeña incursión por el carril que saliendo desde Los Belenes se dirige a Mengibar. A unos dos kilómetros en un lugar que, por razones obvias, no especifico se encuentra enterrado un mosaico que quedó en parte descubierto por la fuerza del agua.
La Directora del Museo Arqueológico de Linares daba la siguiente información, recogida en “Jabalquinto, una pausa en la historia” de este hallazgo arqueológico.
“La parte descubierta de este mosaico está compuesta por teselas blancas para el fondo y negras para formar la decoración. Los motivos decorativos son geométricos y deben corresponder a las cenefas laterales, quedando los motivos centrales ocultos por la tierra del medio circundante. La decoración visible se desarrolla en cenefas paralelas. En una de ellas se aprecian pequeños cuadros en negro: en la siguiente se desarrolla una decoración de roleos engarzados con puntas rematadas en hojas, probablemente de hiedra. En una tercera cenefa se aprecian rombos rematados en volutas incluidas en semicírculos negros y rellenos con una esvástica.
Este tipo de mosaico en blanco y negro, junto con los motivos decorativos descritos, han sido fechados en Itálica en torno al siglo II (segunda mitad) d. C. por el profesor Blanco Freijeiro (Madrid, 1978), si bien por tratarse de motivos laterales, la cronología no puede ser muy precisa.
Este mosaico constituye la solería de una habitación de una casa romana que a juzgar por los perfiles del arroyo, se desarrolla en diferentes niveles, probablemente por medio de escalones, adoptándose al perfil del terreno, apreciándose restos pavimentos del cal en diversos puntos del arroyo, así como restos de techumbre sobre algunos de ellos.
En extensión es prácticamente imposible indicar una delimitada superficie debido a la cubierta de tierra depositada sobre los restos arqueológicos y a la ausencia de material superficie, cubierta que en algunos puntos alcanza el metro de espesor”.
Resto arqueológico que viene a completar los diferentes hallazgos encontrados en el término municipal de esta localidad, situada en un lugar privilegiado y muy atractivo para los asentamientos humanos a lo largo de la historia. Cerca de dos grandes ríos, Guadalquivir y Guadalimar, y de dos importantes ciudades ibero-romanas: Cástulo e Iliturgi.
JABALQUINTO PASO A PASO " FUENTE DEL ENCANTADO".
En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada tres semanas a todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana, "Fuente del Encantado".
Desde el cortijo que comparte nombre con la cueva continuamos observando el bosque galería que acompaña al curso fluvial hasta divisar una centenaria higuera que resalta sobre los olivares, bajo cuyo ramaje se encuentra oculta una cueva morisca, aunque de origen romano, construida en piedra que alberga en su interior un pequeño aljibe con idénticos rasgos.
Sabedores de los conocimientos y dominios hidráulicos que los árabes poseían, cabe pensar que debió ser utilizado para regar las múltiples y fértiles tierras circundantes.
Higuera centenaria que se alza entre la maleza abrazando y dejando oculta la cueva, a la que se accede por un estrecho e inclinado camino de unos quince metros que nos conduce hasta la misma boca por la que un fino y corto hilo de agua cristalina se desliza, dirigente, para unirse definitivamente a sus compañeras de viaje.
Zona por la que Ángles López Rueda pasó su niñez y que ella misma nos describió en el Nº 9 de “Andar, andar,…” de la que transcribo el siguiente párrafo:
“Andábamos un día en medio de un olivar, cuando aparecimos cerca de una higuera enorme junto al Guadalquivir. De fondo, el ruido del río que entonces llevaba un caudal abundante, el canto de los pájaros que por allí pululaban y ese olor tan especial de la higuera bajo el sol que apretaba, a esas horas, de lo lindo. No estábamos seguros, mejor yo no estaba segura, de querer bajar por la estrecha vereda que descendía sin más protección en su margen izquierda que la suerte de no resbalar. Supongo que ser hermana mayor me hacía más protectora y cauta que mi hermano, que a toda costa quería bajar por aquel estrecho sendero, pero, ¿cómo lo iba a dejar solo?, así es que vamos allá, bajamos. Recuerdo un estrecho sendero rodeado de vegetación que le daba sombra y que terminaba en una inverosímil fuente que parecía surgida allí de forma mágica. ¿Quién podría haber construido allí aquella fuente si apenas se podía entrar y para qué, si iba directamente al río? No tenía mucha lógica para mí. Manantial de agua fresquísima que bebíamos con ansía para mitigar el calor mientras escuchaba atentamente cualquier ruido, sobretodo si era el de una terrera que caía al río. Agua que manaba de una fuente con un arco de medio punto de piedras que bien podrían haberse cogido un poco más arriba por cualquiera. El entorno le daba un aire misterioso y tenía la sensación de que alguien me miraba, lo que me inquietaba aún más. Supongo que era el miedo a que mis padres descubrieran que habíamos ido hasta allí solos y era urgente salir. Volví alguna vez más, pero nunca pude evitar sentir una sensación de inquietud”
Lugar oculto, apartado y solitario, propicio para que surgieran leyendas como la trasmitida por vía oral y que un profesor: Antonio García Sanz, recuperó como componente del equipo de profesores que, constituidos en Grupo de Trabajo, en la década de los noventa profundizamos en diferentes aspectos de esta localidad, plasmados en varias publicaciones, como el de esta leyenda; cuyo texto, ilustrado con fotos de Pontones, es el siguiente:
“Era mediodía. El bochorno apuntillaba la tierna espalda de Luís, Juan y Teresa, que aporreaban silenciosos el polvo del camino entre descampados y olivos. Teresa, custodiada por sus hermanos, sostenía celosamente en la centenaria capacha el magullado puchero que contenía un bullidor cocido preparado amorosamente por el padre.
Entre Tomás y sus hijos mediaba dos largos e inclinados kilómetros todavía. El padre en lontananza inclinaba una y otra vez su cuerpo sudoroso sobre la amarillenta mies recién segada. Luis, el más pequeño, se agachaba de cuando en cuando a recoger las piedras del camino mientras los sabios pajarillos silvestres huían de rama en rama adivinando sus intenciones. Ya divisaban Ventosilla. El pilar recibe, cariñoso, el abundante chorro de agua subterránea.
Teresa, diligente, deja reposar cuidadosamente la desventura capacha sobre el verde prado circundante; entre tanto sus hermanos chapotean el agua con las manos clavando los ojos en el horizonte.
¡Padre!, grita Juan, el mediano.
Tomás, reposado, se incorpora torciendo tímidamente la mirada sobre sus hijos.
Los cuatro, juntos como tantas veces, se sientan sobre el borde del sembrado. Y Teresa presenta la ofrenda al padre que la acoge pleno de regocijo. Sus pupilas centellean por momentos, clavadas en el deleitoso manjar recién caído del cielo. Poco a poco, el fondo del puchero va ganando nitidez. Y se escucha claramente la metálica melodía. Los niños, estatuados, no consiguen apartar la mirada de su padre.
El sustento apenas engullido, unido al calor ineludible hacen pesada la siega para Tomás; quien profundo conocedor de la proximidad del “Encandao”, invita gentilmente a sus hijos a acercarse hasta allí para llenar la desnutrida botija.
La sorpresa de los niños fue mayúscula cuando al dar vista a la cueva descubrieron la presencia de una bella dama cuyas extremidades inferiores habían adoptado la asombrosa forma de un pez.
-¡Una sirena!, deletrea Teresa, la mayor de los hermanos.
Los tres huyeron desapoderadamente – como moro a su escondrijo-sin mediar palabra, hacia el lugar donde esperaba impaciente su sediento padre.
Una vez a salvo le contaron lo ocurrido; notando que el recipiente se hallaba repleto de la insólita e insípida agua cristalina”. (Antonio García Sanz. Abril de 1993).
Una de las numerosas leyendas que viene a engrosar la historia de bellas mujeres presentes desde las sirenas de la Odisea hasta nuestros días y cuyo nombre ha sido adoptado por la AMPA del IES “Mateo Francisco de Rivas”.
Olayo Alguacil GonzálezJABALQUINTO PASO A PASO " POR LA CALLE JOAQUÍN RUIZ A LA IGLESIA PARROQUIAL".
En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada tres semanas a todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana décima entrega.
POR LA CALLE “JOAQUÍN RUIZ” A LA IGLESIA PARROQUIAL
Si el Palacio es el más significativo artísticamente de los bienes culturales civiles, la representatividad religiosa la ostenta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación. Templo que desde la plaza del Ayuntamiento ya se divisa y al que vamos a acceder a través de la calle Joaquín Ruiz Álvarez que conecta estos dos edificios emblemáticos.
Iniciamos el descenso por esta calle de fuerte pendiente; cuya nominación está dedicada a un hombre:Joaquín Ruiz Álvarez,que ocupó la alcaldía durante cuarenta años consecutivos en esta villa, concluyendo su mandato el 31 de marzo de 1920 a sus 73 años de edad. Personaje ilustre del que D. Lope de Sosa escribía estas cosas:
“Ser alcalde cuarenta años consecutivos, supone muchas cosas: un prestigio consagrado y unos respetos indiscutibles, juntamente con una ecuanimidad de temperamento vencedora de dificultades y más alta que todo lo accidental de la actuación pública… Desempeñando la Alcaldía de Jabalquinto el Sr. Ruiz Álvarez ha tenido relación con cincuenta y tres o cincuenta y cuatro Gobernadores Civiles, actuó en numerosas elecciones generales y en todo momento ha continuado su camino puesta la idea principal en el reposo y en el bien de la villa por él regida”
En esta calle se encuentran algunos edificios de cierto interés para el estudio de la arquitectura vernácula y dos portadas del siglo XVIII.
Ya en la plaza de la Iglesia de trazado irregular, en cuyo centro se sitúa un obelisco en homenaje a los caídos, se alza el templo parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación de discretas proporciones en el que a simple vista se pueden distinguir dos fábricas correspondientes a épocas distintas, fácilmente identificables por su estilo, material utilizado y altura. La principal de sillería data del siglo XVI, pero el crecimiento demográfico del último tercio del siglo XVIII precisó un amplio proceso de ampliación que se consumó a lo largo de todo el siglo XIX.
La principal de las fábricas, de sillería construida en el siglo XVI, rodea el espacio de la nave, que a su vez está cubierta de una bóveda de medio cañón soportada por dos arcos fajones que se apean en estribos. Tanto la bóveda como los arcos fueron construidos en tiempo del noveno prior, el licenciado Gabriel Jurado, allá por el año de 1642, según consta en los archivos parroquiales, siendo esta bóveda de ladrillo. La segunda, construida con distinto material se realizó hacia 1868 siendo prior el doctor Gregorio Gallego y Castilla.
En el archivo parroquial se puede leer: “Hizo la obra de la Iglesia aumentándola por la parte este. Esta obra terminó en el año 1868”.
El gobierno de la Reino Isabel II contribuyó en gran medida para que esta ampliación se pudiera llevar a cabo, junto con los vecinos que participaron con caballerías, dinero y mano de obra gratis.
Lo más destacado es la portada renacentista, enmarcada entre dos grandes contrafuertes, está compuesta de un gran arco trasdosado, de medio punto, con clave resaltada que lleva la inscripción: “DEDICATO CONCEPCIONIS”, apeado en jambas lisas coronado por salmeres formados por diversas molduras. El arco queda flaqueado por dos columnas corintias acanaladas y en su mitad inferior bastones alternantes. Estas columnas corintias reposan sobre grandes basamentos, sobre ellas corre un entablamento con friso liso y jarroncitos sobre pedestales a los lados.
La portada queda completada con un gran medallón circular sobre cuero apergaminado que incluye un relieve de María Madre, sedente con Jesús en su regazo, a los pies un querubín, que se corresponde con el primitivo nombre de la parroquia: Nuestra Señora de la Concepción. Un sencillo entablamiento y un frontón triangular con la fecha de su fundación en el interior, rematan el conjunto. Por su estilo, la portada recuerda diseños de Andrés de Vandelvira. Se aprecian conexiones entre ésta la de la parroquia de Mengibar y de la Encarnación de Bailén.
Completa el conjunto exterior, una sencilla espadaña de dos cuerpos, con doble vano de medio punto, el inferior y el superior de un solo vano y frontón triangular, al parecer del siglo XVIII.
Nave rectangular cubierta con una bóveda de medio cañón que descansa sobre arcos fajones que, a su vez, descansan sobre estribos.
Muy posterior es el presbiterio, al que se accde por arco toral de medio punto, y cuyo testero plano recibe luz por ventanas con forma de trébol.
Existe en su interior algunas capillas de escaso valor artístico, construidas hace a penas una veintena de años; sin embargo hay que destacar dos imágenes de madera. La primera el Santisimo Cristo de la Expiración, según parece de la “Escuela Valenciana”. La segunda un Nazareno de pelo natural y brazos articulados, restaurada en 1939 después de la guerra civil; pero del que se habla en un inventario del siglo XVIII y que es el patrón de todos los jabalquinteños.
Hay otra imagen de la Virgen Dolorosa, de mediana talla realizada en su totalidad igualmente después de la guerra civil.
Con el recuerdo de una de las actividades realizadas en la plaza de la Iglesia que nos traslada a otra época que ya no es la nuestra, damos por finalizado nuestro paseo por Jabalquinto esta semana.
D. Alberto Pagonabarraga, junto al Alcalde, D. Joaquín Ruiz López, y representantes de la Sección Femenina, presenciando una exhibición gimnástica en la explanada de la Iglesia.
JABALQUINTO PASO A PASO "AYUNTAMIENTO EN EL QUE FUERA PALACIO DE LOS BENAVIDES Y POSTERIORMENTE DE LOS CONDES DE BENAVENTE".
En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada tres semanas a todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana novena entrega.
AYUNTAMIENTO EN EL QUE FUERA PALACIO DE LOS BENAVIDES Y POSTERIORMENTE DE LOS CONDES DE BENAVENTE.
Colinas cubiertas de olivares y campos de labor que llegan hasta las mismas viviendas, bosques galería que flanquean los cursos del Guadalquivir y Guadalimar, Mengibar y otros núcleos de población, sierras de Jaén,… Constituyen un espléndido paisaje que se puede contemplar desde el La Carrera. Auténtico mirador natural que abandonamos para girar a la izquierda y desembocar en la plaza rectangular; en la que uno de sus laterales lo constituye la fachada del antiguo Palacio de los Benavides, Condes de Benavente y desde el año 2004 restaurado y habilitado para acoger la Casa Consistorial de este municipio.
Lugar desde el que arranca el núcleo de población de esta pequeña localidad de poco más de 2.300 habitantes; ya que según los estudios de Pedro A. Porras, existen indicios que llevan a pensar que desde este lugar empezara a formarse el núcleo urbano al haber una torre defensiva musulmana, que se fue ampliando a castillo, según indicaba Mateo Francisco de Rivas en 1797, especificando que el palacio de Jabalquinto estaba compuesto de “varios altos, patio de galerías y fortaleza en el centro, con sus torres y arcos”, lo que sugiere que en la zona existió un castillo, posiblemente limitado a una torre del homenaje rodeada de una cerca, en torno a la cual se construiría posteriormente el palacio.
Los Benavides, dueños del señorío tras su compra a Baeza, fueron los promotores que decidieron simbolizar su poder levantando el palacio en el espacio anteriormente destinado a fortaleza. Siglos después (XVII), tras la muerte del último marqués de la casa de Benavides todo el señorío pasa a los condes de Benavente, lo que provocó que el edificio cayera en el abandono al no ser habitado por los dueños, sino por los administradores. A esta situación hay que unir los destrozos que causaron en el inmueble los terremotos de 1755 y 1773. Remodelado tras los movimientos sísmicos, el último noble que debió habitar el palacio fue D. Pedro Téllez Girón quien al parecer lo vendió a D. Francisco Antonio Nájera Rodríguez a fines del XIX o a comienzos del XX. Este a su vez se deshizo de él a favor de D. José González García, pasando definitivamente a D. Eleuterio González Soriano que lo vendió al Ayuntamiento para establecer la Casa Consistorial del municipio.
De planta rectangular la parte exterior que se ha respetado en esta última remodelación presenta una gran fachada apaisada enriquecida por dos portadas de sillería, datadas en el último tercio del siglo XVI.
La principal abre con arco de medio punto enmarcado por dos pilastras cajeadas con capiteles corintios sobre altos basamentos. Su entablamento se rompe para acoger un balcón de vano adintelado y antepecho de hierro forjado. A sus lados, sendos escudos nobiliarios, labrados un siglo después sostenidos por tenantes, de gran empaque que presentan forma ovalada sobre cartela apergaminada y coronada. En los laterales se abren nuevos vanos asimétricos para ventanas con reja de forja.
La otra portada es adintelada, con grandes dovelas, a sus lados dos pilastras corintias cajeadas apoyadas en altos basamentos, soportando una sencilla cornisa y, en el piso superior, un ventanal a eje con la portada.
El interior totalmente reformado conserva la baranda de forja que luce en los dos tramos de escaleras.
Sendos escudos encontrados en las excavaciones del patio interior del Palacio han sido reconstruidos y lucen en las paredes del pórtico interior de ambas entradas.
JABALQUINTO PASO A PASO "DESDE EL CIP "NUESTRO PADRE JESÚS" A LA ERMITA DE SAN JUAN"".
En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas ha todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana octava entrega. " DESDE EL CIP "NUESTRO PADRE JESÚS" A LA ERMITA DE SAN JUAN".
DESDE EL CIP “NUESTRO PADRE JESÚS” A LA ERMITA DE SAN JUAN.
Por la Avenida de la Paz, iniciamos el camino de regreso de nuestro recorrido por Los Belenes. Dejamos a la izquierda el CIP “Nuestro Padre Jesús”. Centro educativo en el que un grupo de profesores, formamos un grupo de trabajo durante más de una década, “Aproximación a la realidad socioescolar de Jabalquinto”, que fue el punto de arranque de estudios y publicaciones de Jabalquinto:
Preocupación por el estudio de la localidad, iniciado ya en el Colegio Público “Nuestro Padre Jesús” con varias publicaciones. Continuada durante cuatro años en la antigua Sección de Enseñanza Secundaria y desde hace ocho cursos en el Instituto, como comentábamos en la entrega anterior.
Acto de Presentación: “Jabalquinto, Una Pausa en la Historia” y “Video Jabalquinto”: Director, Alcalde, Delegado Educación, Inspector.
Acto Presentación: “Jabalquinto en la Prensa” ,“Jabalquinto Tal como es”. y “Jabalquinto en el Ayer”
Con cierta nostalgia por los momentos vividos a lo largo de los quince años en los que estuve ejerciendo mi labor docente en este Centro de enseñanza continuamos para, una vez pasada la estación de autobuses, iniciar el ascenso hasta la cima del cerro en donde se iniciará el auténtico recorrido artístico por esta localidad.
Llegamos a la Carrera, recinto alargado en donde se inicia nuestro recorrido auténticamente artístico: a la izquierda y dentro de una gran cerca de piedra por algunas partes almenada se alza la fachada de una pequeña ermita.
”ERMITA DE SAN JUAN”, construida por orden de la marquesa Doña Catalina de Rojas y Sandoval, siendo colocada la primera piedra el año 1635, según consta en los archivos parroquiales. La cerca de piedra de unos tres metros de altura, fue construida posteriormente, allá por el año 1820, utilizando las piedras procedentes del antiguo y derruido castillo. Actualmente se encuentra desacralizada y acondicionada como vivienda; aunque no habitada y en estado ruinoso.
Su fábrica es de sillar, de planta rectangular y vertiente a dos aguas. La fachada se compone de una puerta con arco de medio punto e incluye una clave en forma de trapecio que resalta sobre el arco. Alberga, igualmente, una pequeña cornisa sobre la que se centra un óculo y, a ambos lados de éste, destacan un par de piezas de sillar con forma rectangular. en el centro superior y rematando la fachada se encuentra la espadaña que es muy sencilla. Ésta contiene un solo vano, también de medio punto, y un frontón triangular.
Fachada lateral y frontal de este Bien Cultural
En este mismo lugar, conocido como “La Carrera”, numerosos bancos en el centro nos invitan a sentarnos y recrear la vista hacia un horizonte plagado de sierras, pueblos (Martos, Mengibar, Villatorres, Torreblascopedro,…), la ciudad de Jaén, los ríos Guadalimar y Guadalquivir, la Vega, cultivos y olivos.
Panorámica excepcional de todo el medio circundante en cuyas inmediaciones se libró una batalla entre el moro Almahidí y Don Sancho y que según las crónicas de la época se saldó con 20.000 muertos.
Abandonamos la ermita y continuamos unos metros hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento desde donde arrancaremos la próxima ocasión.
JABALQUINTO PASO A PASO " RECOGIDA LA ANTORCHA PARA CONTINUAR CON EL ESTUDIO Y DIFUSIÓN DE LA CULTURA DE JABALQUINTO!.
En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas ha todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana sésptima entrega. " RECOGIDA LA ANTORCHA PARA CONTINUAR CON EL ESTUDIO Y DIFUSIÓN DE LA CULTURA DE JABALQUINTO".
Jabalquinteño preocupado por la cultura local del que ha tomado el nombre el
Instituto de Enseñanza Secundaria de esta localidad que inició su andadura en enero del 2004, siguiendo con el “testigo” de Mateo Francisco de Rivas al continuar con la
investigación y difusión de la cultura local.
Doce años investigando y difundiendo desde este Centro de Enseñanza, la cultura
local a través de la revista: “Andar, andar,..”, Diario JAÉN, página web del Instituto y Jabalquinto.Biz.
En Junio del año 1999, veía la luz el primer ejemplar de nuestra revista de difusión
cultural, nacida con los objetivos de ser un escaparate abierto de las actividades de Centro y canalizar inquietudes culturales con el compromiso de su difusión por toda la geografía nacional e incluso internacional.
Publicación anual, nacida con espíritu de continuidad, que contribuye a enriquecer la
vida cultural de la localidad, además de servir de vehículo de comunicación de la comunidad educativa del centro.
Doce números, ya editados, a los que hay que unir otras seis publicaciones: LIBROS:
“Utensilios antiguos” y “Literatura de tradición oral recogida en Jabalquinto”. PÓSTERS:“Jabalquinto, artístico”, “Aperos y utensilios, reflejo de una época” y Billetes para el recuerdo.
“Jabalquinto, artístico”, “Aperos y utensilios, reflejo de una época” y Billetes para el recuerdo.DVD: “Recuerdos” y la EXPOSICIÓN de Imágenes para el recuerdo que vio la luz para conmemorar el X ANIVERSARIO.
Revista que todos los años presentamos en el marco de una Jornada de Puertas
Abiertas, con la asistencia masiva de público, que aprovechamos para mostrar el trabajo realizado en el Centro por medio de exposiciones y paneles.
Presentación del número 8, junto a una exposición de utensilios antiguos y trabajos del alumnado del Centro.
Puerta abierta para colaboradoras y colaboradores del ámbito local, provincial e
interprovincial que merecieron el reconocimiento público en dos ocasiones, con motivo del Día de Andalucía, en que el Ayuntamiento otorgaba unos premios a distintos vecinos y colectivos de la localidad, entre los que se encuentra nuestra revista, personificada en la profesora y profesores que hemos continuado desarrollando nuestra labor docente este curso.Reconocimiento público que hacemos extensivo a todas las colaboradoras y colaboradores que han hecho posible su publicación durante once años.
El Jefe de Estudios Delegado de Sección recibe la Placa de manos del Alcalde por la labor desarrollada en la Sección de Enseñanza Secundaria. Premios: “Día de Andalucía".
También, punto de arranque de recopilación de tradición oral de su coordinador
que ha continuado investigando y publicando numerosos trabajos de la Sierra de Segura,reconocidos públicamente por el Seminario de Historia y Cultural Tradicional “Margarita Folmerín”, concediéndole el título: COLONO DE HONOR DE LAS NUEVAS
POBLACIONES DE SIERRA MORENA 2008 y SOCIO DE HONOR por el Ateneo Las Hesperides para Estudios Murcianos.
Doce cursos en los que, además de este compromiso con el estudio y difusión de la
cultura local, estamos aprovechando todos los recursos a nuestro alcance para ofrecer una enseñanza de calidad. Grupos flexibles, en Lengua y Matemáticas, y los Programa de Diversificación en tercero y cuarto, están haciendo posible que tengamos grupos muy reducidos, permitiendo atender al alumnado según su grado de conocimientos y por tanto facilitar el avance a pasos gigantescos a los mejor preparados, al mismo tiempo que se ofrece el apoyo necesario a los que por diferentes motivos tienen lagunas en materias instrumentales como Lengua Castellana, Matemáticas e Inglés.
Actuaciones a las que hay que añadir los proyectos que tenemos en vigor:
“Jabalquinto, espacio de Paz; Centro TIC; “Un libro, un mundo por descubrir”. Eslogan de nuestro Proyecto Lector; Coeducación y el recientemente puesto en marcha: “Plan de Calidad y Mejora”.
Proyectos, a los que unir importantes viajes para todo el alumnado con los que se
complementan los conocimientos adquiridos en las aulas, conseguidos con la elaboración y la presentación de otros a un triple nivel: “Escuela y Patrimonio”; “Conoce tus pueblos vecinos” y “Rutas Educativas por Andalucía”, de los que hemos venido dando cumplida información en las páginas de esta revista.
Personas de merecido reconocimiento fuera de nuestras fronteras, e incluso a
nivel mundial, han compartido con nuestro alumnado charlas y conferencias. Además,
hemos priorizado la realización de actos colectivos y no hemos dudado en prestar nuestra colaboración a instituciones y organismos cuando ha sido necesario.
También hemos apoyado a Instituciones sin ánimo de lucro que trabajan por el
bien de la sociedad. Hermandad de Donantes de Sangre; ONG “Amigos del Pueblo
Saharaui” y “Asociación Contra el Cáncer”, son los destinos de actuaciones como: concursos de dibujo; festival solidario, recogida de alimentos, mercadillo solidario,…
Intensa labor que abarca todos los aspectos de la vida con importantes reconocimientos públicos por la labor desarrollada a todos los niveles.
Alumnado seleccionado en el Concurso Matemático THALES entre los que se encuentran tres de la Sección de Enseñanza Secundaria de Jabalquinto. Abajo Miguel Ángel, primer
clasificado, recibiendo la felicitación de la Delegada de Educación Doña Aurelia Calzada. Año 1998.
Olayo Alguacil González en Expoliva 99 explicando el contenido del trabajo premiado sobre la importancia del olivar en Jabalquinto. Al lado, alumnas y alumnos, junto con la Delegada de Educación, Aurelia Calzada, y otras autoridades.
Olayo Alguacil González
Para ver con mejor claridad las fotos pincha en ellas
JABALQUINTO PASO A PASO " EL INSTITUTO PROTAGONISTA DE UNA INTENSA ACTIVIDAD CULTURAL".
En la sección de la Web, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas ha todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana sexta entrega. " EL INSTITUTO PROTAGONISTA DE UNA INTENSA ACTIVIDAD CULTURAL".
Logotipo y nombre, que lucen en la fachada, ya explicados en la entrega anterior, que nos anuncian la intensa actividad cultural que se viene desarrollando en el interior de este Centro de enseñanza en el que nos adentramos.
Pasamos al interior. Lo primero que encontramos es un mural gigante que nos informa del tipo de actividad que se está desarrollando en ese momento a nivel colectivo en el Centro: Constitución, Navidad, Paz, Andalucía, Mujer trabajadora, Día del Libro, Contra violencia de género,…
Espacio utilizado para el acto colectivo de cada acontecimiento, tomando como decorado de fondo el mural de cada momento. Últimamente, aprovechando la instalación de megafonía e hilo musical, también para el desarrollo de una actividad a nivel de clase que sigue el resto del alumnado desde su aula habitual.
Espacio que se prolonga a ambos lados a través de un largo pasillo por el que “brotan” infinidad de muestras como testigos de la intensa actividad y preocupación por la cultura local. Columnas con manos de colores trasmitiendo mensajes a favor de la igualdad y solidaridad, paneles con trabajos realizados en el aula, fotos que recogen paisajes y escenas de hace más de cincuenta años, multitud de oficios tradicionales, actividades reseñables llevadas a cabo por el profesorado y alumnado, … constituyen un auténtico recital visual que podremos contemplar nada mas entrando al Centro.
Planta baja en la que se ubican las aulas específicas: Plástica, Laboratorio, Biblioteca y Taller Tecnología. Taller que en numerables ocasiones utilizamos como salón de actos cuando la gran afluencia de público así lo aconseja.
Otro lugar de encuentro y de difusión cultural es, la Biblioteca en la que desde hace años se realizan multitud de actividades, tendentes al fomento de la lectura.
Gusto por la lectura que se hace extensible a las familias, tal y como se refleja en el folleto elaborado para una conmemoración del “Día del Libro”, en cuyo interior se daban algunos consejos para fomentarla en casa.
Con el logotipo de la Biblioteca, resultante de un concurso en el que resultó ganador, Antonio Jesús Arboledas Ureña y algunas imágenes del día de su inauguración, damos por finalizada esta primera incursión en el interior del Instituto. Concretamente por su planta baja, para continuar en la próxima ocasión con una pincelada por las principales actividades relacionadas con el estudio de la localidad, como portadores de la antorcha emprendida por Mateo Francisco de Rivas.
Olayo Alguacil González
JABALQUINTO PASO A PASO " IES. Mateo Francisco de Rivas".
En la sección de la Web, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas ha todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana quinta entrega. " IES. Mateo Francisco de Rivas".
Centro de Enseñanza Secundaria que luce en su fachada un logotipo diseñado por el Orientador D. Miguel Ángel Gómez Arqués que presta sus servicios en este Centro y cuyo proceso, fases de realización y significado final nos lo explica el autor en su artículo: “Una imagen vale más de 2.338 palabras”; cuyo texto íntegro lo pueden leer en el Nº 10 de la revista: “Andar, andar,…” y el página Web del Instituto.
Efectivamente muchas palabras, 2.338, son las empleadas en el desarrollo del artículo mencionado y que finaliza con la explicación del que luce en la fachada.
Tras la visita al Parque y su prolongación por la calle en la que se alza el monumento al sacerdote D. José Marcilla Hernández, avanzamos por la calle Mateo Ruiz que lleva el nombre de quien donó los terrenos para la construcción de las viviendas que sacarían a muchas familias de las cuevas. Observando las diferentes tipologías de viviendas construidas, llegamos a la cooperativa de aceite “Santa Lucia” donde giramos a la izquierda, dejando atrás el campo de fútbol, y continuamos varios bloques de viviendas unifamiliares hasta llegar a la Calle Ciudad de Jaén en la que se encuentra el Instituto de Enseñanza Secundaria que toma el nombre de otro jabalquinteño ilustre: “Mateo Francisco de Rivas”. Centro educativo que constituye un manantial inagotable de estudios de la localidad y actividades culturales.
Centro de Enseñanza Secundaria que luce en su fachada un logotipo diseñado por el Orientador D. Miguel Ángel Gómez Arqués que presta sus servicios en este Centro y cuyo proceso, fases de realización y significado final nos lo explica el autor en su artículo: “Una imagen vale más de 2.338 palabras”; cuyo texto íntegro lo pueden leer en el Nº 10 de la revista: “Andar, andar,…” y el página Web del Instituto.
Efectivamente muchas palabras, 2.338, son las empleadas en el desarrollo del artículo mencionado y que finaliza con la explicación del que luce en la fachada
“Como podemos observar, consiste en un trazo de pluma o pincel con el que se escribe el nombre del Instituto; a su vez, los caracteres van formando la silueta de Jabalquinto; finalmente, queda rematado con las siglas “IES” y el apellido del autor que da nombre al Centro.
Nuestro Instituto queda identificado perfectamente a través de su nombre acompañado de las siglas “IES”, Instituto de Educación Secundaria.
La educación, la cultura del Centro y sus finalidades quedan representadas a través del trazo, simbolizando a la escritura y a la lectura, base del proceso de enseñanza y aprendizaje de todas y cada una de las materias que se imparten. La idea vuelve a estar presente en el extremo de la “d” mediante un libro abierto. Además, la tipografía utilizada es sencilla y clara, tal y como un profesor/a escribe en la pizarra de su aula.
Por tanto, es una escritura a mano alzada, libre, imperfecta y original, que deja claro el material humano del que presume nuestro Instituto. No estamos ante una empresa industrial que comercia con objetos inertes, sino en un Centro educativo que, no sólo pretende transmitir un número de conocimientos y contenidos de materias sin cordura, sino de formar a nuestro alumnado en valores humanos y aprendizajes para la vida.
El diseño es actual, moderno y dinámico, fiel reflejo de la vida en nuestro Centro, aderezado por las nuevas tecnologías, las cuantiosas actividades organizadas y los numerosos proyectos educativos que se desarrollan.
Por otra parte, el entorno del Instituto está interpretado a través del contorno de su pueblo, se puede ver la silueta inconfundible de Jabalquinto observada desde la distancia, emergiendo del monte donde descansan las edificaciones y calles del municipio. Se puede distinguir la iglesia (la M), el depósito de agua (la F) y demás construcciones a través de las letras. Y como no podía ser de otra manera, se ha representado una aceituna (la O), como símbolo del desarrollo económico y del paisaje natural de la zona.
Los colores utilizados para el logotipo recuerdan al paisaje del territorio, el verde en “Mateo Francisco”: las hojas y el valle, el marrón en “IES” y “de Rivas”: los troncos y la tierra, y un fondo blanco de las paredes de las casas. Además, se ha utilizado el mismo verde que la Junta de Andalucía establece para su imagen corporativa oficial.
Para finalizar, aunque parezca lo contrario, toda imagen y diseño no son perfectos ni perpetuos, ni eternos, el poder de una marca está en su adaptabilidad a los tiempos y las situaciones. Por ello, y de la misma manera que ponemos las esperanzas en la mejoría de nuestro alumnado como estudiantes y personas, desde aquí se anima a modificar y adaptar esta imagen en un futuro a nuevas etapas del Instituto”.
Otro rótulo que luce la fachada es el nombre oficial del Centro en el que, como es natural, se estampa el nombre del ilustre jabalquinteño del que recibe su nombre este Centro. De Mateo Francisco de Rivas, natural de Jabalquinto y autor de la obra: “Memoría histórica sobre la villa de Jabalquinto”, escrita hacía el año 1799, cuando contaba 32 años, y corregida en el año 1816, a los 51 años de edad., Pedro A. Porras Arboledas en su libro: “HISTORIA DEL SEÑORIO Y VILLA DE JABALQUINTO”, habla en los siguientes términos:
“Según consta en la partida de bautismo fue cristianado en la iglesia parroquial de Jabalquinto el día uno de febrero de 1765 con el nombre de Matheo Francisco Miguel María del Campo, nacido el 30 de enero. Hijo de Francisco de Rivas y de María Soriano, naturales y vecinos de Jabalquinto. Abuelos paternos Francisco de Rivas, natural y vecino de Jabalquinto, y María Martos, natural de Mengíbar y vecina de Jabalquinto. Abuelos maternos Mateo Soriano y Francisca García, naturales y vecinos de Jabalquinto… La principal virtualidad de esta obra no se halla en su contenido como en el hecho de que el Archivo Municipal, que tanto manejó el propio Rivas, se perdió en nuestra última guerra civil,… Es en esta destrucción la que da su verdadera dimensión a aquella obrita. Desconozco la finalidad exacta por la que el autor redactó la obra, pero parece que tuvo un fin escolar, ya que abundan citas superfluas, referentes sobretodo a asuntos eclesiásticos y a antecedentes históricos”.
“Aunque desconozco el motivo por el que Rivas escribió esta Memoria Histórica, sí sabemos el rendimiento que de la misma obtuvo prácticamente de modo inmediato, aún sin haberla publicado. Efectivamente, el 5 de enero de 1798 la Real Academia de la Historia, en junta ordinaria y a INSTANCIAS DEL PETICIONARIO ACORDÓ ADMITIRLE COMO INDIVIDUO CORRESPONDIENTE, EN ATENCIÓN AL VALOR DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE JABALQUINTO, que Rivas había presentado a la consideración de la Academia. Así mismo, el primero de marzo del mismo año fue elegido como socio numerario en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén”.
“No hemos encontrado más referencia a este personaje en los archivos del pueblo, de lo que se deduce que ni casó – si es que lo hizo – ni murió en Jabalquinto, si bien sabemos que redactó el trabajo en el pueblo,… puede asegurarse que vivió y estudió en Sevilla y Madrid, donde tal vez cursó estudios de Derecho; sin duda pudo hacer esto gracias a que pertenecía a familia adinerada y con pretensiones de hidalguía”.
En el fascículo “Pueblos y Ciudades” editado por el Diario JAÉN, dedicado a Jabalquinto, se hace la siguiente referencia a la obra:
“Contiene noticias curiosas, particularmente en la parte estadística. Rica en literatura descriptiva que abarca aspectos tan variados como pueden ser los rituales de purificación de mujeres tras el parto, o la costumbre de tocar las campanas para ahuyentar las tormentas”.
Obra manuscrita de 162 páginas que se encuentra en la Real Academia de la Historia y que Pedro A, Porras Arboledas nos ha acercado incluyendo su contenido íntegro con la publicación de la obra a la que hemos hecho referencia en el año 1993
Con la profundización en el significado de los dos rótulos que aparecen en la fachada del Instituto vamos a dar por finalizado el paseo por esta localidad esta semana para continuar en la próxima entrega adentrándonos en este edificio y conocer el trabajo desarrollado que justifica la expresión de que: “HEMOS RECOGIDO LA ANTORCHA DE MATEO FRANCISCO DE RIVAS; PARA CONTINUAR CON EL ESTUDIO Y DIFUSIÓN DE LA CULTURA LOCAL”.
Olayo Alguacil González.
JABALQUINTO PASO A PASO " "MONUMENTO AL PADRE MARCILLA".
En la sección de la Web Jabalquinto.biz, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas ha todos los lectores que visitan la Web una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana cuarta entrega. "MONUMENTO AL PADRE MARCILLA".
Tras la narración de la breve historia del nacimiento del barrio Belén, nos disponemos a realizar un recorrido pausado por sus rincones más representativos.
Lo iniciamos por la estación de autobuses, símbolo de modernidad y grandes transformaciones de esta localidad en los últimos años. Llegamos al Parque de la libertad, construido en el año 1988, amplio, lleno de césped y arbolado con innumerables bancos y dos fuentes que nos invitan al descanso. Observamos su prolongación a través de una calle en cuya entrada se sitúa un monumento conmemorativo que nos recuerda a D. José Marcilla Hernández que desarrolló, como párroco, una intensa labor pastoral en esta localidad a mediados del siglo pasado.
Personaje ilustre, al que Antonio García Sanz le dedicó un amplio, detallado, hermoso y literario artículo en la revista: “Andar, andar,…”; cuyo texto íntegro lo pueden encontrar en el Número 10 de la publicación del IES “Mateo Francisco de Rivas” de Jabalquinto y en su página web.
Así nos narraba Antonio García Sanz, la biografía hasta que fuese ordenado sacerdote:
“Era José hijo de una familia acomodada que habían educado a sus hijos en el amor a Dios y al prójimo. Fue su padre, D. Manuel y su madre Dª Sagrario; el uno de Navarra y la otra de Burgos. Nació el 28 de noviembre de 1913 en Madrid. Habiendo conseguido, D. Manuel, cátedra de Escuelas Industriales, fue trasladado a Linares donde ocupó plaza en la Escuela de Peritos de la vecina ciudad. De niño jugaba con sus hermanos: Manuel, Julia y Purificación y con los demás niños de la vecindad, distinguiéndose por su bondad y gran corazón. Cuando ejecutaba una travesura, acogía el castigo de sus progenitores con alegría, con lo cual, la situación volvía pronto a la más absoluta normalidad.
Estudió bachiller en Linares, obteniendo brillantes calificaciones, e hizo carrera de peritaje en Madrid cursando posteriormente estudios superiores de arquitectura. Consiguió algún dinero pero no era feliz. Realizó el servicio militar en “Transmisiones” (Madrid). Allí fue donde escuchó la llamada de Dios, ingresando en el seminario de Comillas en 1935, tenía entonces 22 años.
Durante la Guerra Civil Española el seminario permaneció cerrado, retomando la carrera eclesiástica una vez terminada la contienda nacional en 1939.
Fue ordenado presbítero el día 23 de julio de 1947 a la edad de 34 años. Celebró su primera eucaristía en la parroquia de San Francisco de Linares, el diecisiete de agosto del mismo año, diez días antes de la mortal cogida del diestro Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” en el coso de Santa Margarita de dicha ciudad”.
De Arjonilla se trasladó a Jabalquinto. Esta es la descripción que Antonio García Sanz hace de su llegada a esta localidad:
“El Camión Bedford, aparcó en la plaza del pueblo quedando al instante rodeado por decenas de vecinos. D. José acababa de llegar a su nuevo destino. Arjonilleros y Jabalquinteños, enarbolando la misma bandera, procesionaron hasta el templo, arropando a D. José, que saludaba con manos y cabeza a cuantos a su paso se asomaban a la puerta de su casa. Recibidos por D. Fernando, su predecesor, caminaron sigilosamente hacia el sagrario donde se postraron y rezaron un buen rato. Era el día 3 de julio de 1949. Sin saberlo, sólo tendría cuatro años para depositar su semilla apostólica en Jabalquinto.
Apenas llegado a su destino, caminaba un día por la “Calle Llana”, entonces “Calvo Sotelo”, escoltado por un par de feligreses. Había iniciado una obra en la parroquia y no tenía más dinero que el del “cepillo” del domingo anterior ; se acercó un hombre elegantemente vestido y metiendo la mano en el bolsillo interior de su gabardina sacó un sobre de color caña.
- ¿Es usted D. José?.
- Para servirle, señor.
- Tenga, un donativo para la obra.
- Que Dios se lo pague buen hombre.
Aligerando el paso torcieron la calle y llegando a la casa del albañil pagó lo que se debía hasta entonces.
- ¿Sabéis una cosa?, dijo al dar la espalda a la puerta.
- ¿Qué D. José?, preguntaron los acompañantes.
- Pues, que Dios tiene más dinero que un torero.”
D. José Marcilla Hernández, cura párroco, rodeado de trabajadores y monaguillos en la finca de Torrubia. Año 1951.
Sacerdote, bueno, enérgico, trabajador y muy querido por todos, tal y como se desprende de los siguientes versos, sacados del artículo de Antonio García:
Ya hemos venido
Un poco cansados
Y con don José
Que bien lo hemos pasado.
Mucho hemos reído
Mucho hemos jugado
Y a Jabalquinto
Por fin hemos llegado.
Que viva la palma
Que viva el romero
Que viva Don José
Y los misioneros.
Si los misioneros
No hubieran venido
Jabalquinto entero
Se hubiera perdido.
Olayo Alguacil González
JABALQUINTO PASO A PASO " "NACIMIENTO DE UN BARRIO LOS BELENES".
Nueva sección en la Web Jabalquinto.biz, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas ha todos los lectores que visitan la Web una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana tercera entrega, "NACIMIENTO DE UN BARRIO LOS BELENES".
Panorama desolador de la vida en las cuevas, al que hacíamos referencia la semana anterior, que al ser difundido en la revista “Cara y Cruz” y también en “Vida Nueva” tuvieron tal repercusión a nivel nacional hasta tal punto que muchas familias enviaron aportaciones económicas que, junto con las subvenciones oficiales, mano de obra gratuita y los donativos recibidos para ampliar la parroquia, que el entonces párroco D, Miguel Peinado Martínez, natural de Vadepeñas (Jaén), hombre activo, emprendedor y bastante enérgico, desvió para crear el Patronato de la Vivienda con el fin de sacar de las cuevas a las personas que allí mal vivían, hicieron posible la construcción de casas en el Barrio Belén y así poder salir de las entrañas de la tierra.
Entre los donativos llegados de toda España se encuentran las 10.000 pesetas ofrecidas por un joven matrimonio con ocho hijos en cuya carta se refería a los artículos publicados en los siguientes términos:
“yo sí, créame, me acordaba de Jabalquinto, el pueblo con cuevas, y cuando leí su primera crónica –como tantos otros- sentí un estremecimiento de angustia, recé un padrenuestro y esperé a que el sueño de aquella noche me hiciera un “lavado de cerebro”. “Nosotros, mi mujer y yo, y los dos en nombre de nuestros hijos, queremos enviarle diez mil pesetas para que las invierta en el pueblo de Jabalquinto. Si este deseo no es realizable, dejamos en sus manos el destino que haya que darles para aliviar tan dolorosas tragedias”.
“He asistido al nacimiento de un Patronato de viviendas en Jabalquinto. El plan es construir doscientas. Comenzaremos inmediatamente por edificar un bloque de cincuenta. Ya tenemos los terrenos. El propietario de los solares que hemos elegido nos da toda clase de facilidades. Total, que van a edificarse por ahora unas cincuenta viviendas. Por firmas que garantizan una operación bancaria y las 30.000 que concede el Estado.
Aquí nos sale cada vivienda por 40.000 pesetas. Como cada una está subvencionada con 30.000, faltan 10.000, que aportarán las cuotas o los donativos. Los propietarios aportan su dinero. Y los obreros contribuirán con jornales.
“Un día, todos los jornaleros de Jabalquinto saldrán a trabajar, como todos los días. Pero aquella noche, cuando regresen, rotos y cansados – exactamente como todas las noches a su regreso -, entregarán el dinero ganado para las viviendas de los pobres”.
El Patronato está naciendo y ya habla. Exactamente como un niño. ¡Qué precioso niño éste que ahora nace en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Jabalquinto¡
Aportaciones económicas venidas de toda España, unidas a subvenciones oficiales y abundante mano de obra gratuita que hicieron posible el nacimiento de un barrio: Los Belenes, entregado de forma oficial a los propietarios por parte de los Ministros de Hacienda y Obras Públicas, Señores de Gómez de Llano y Conde de Vallellano.
Olayo Alguacil González
JABALQUINTO PASO A PASO " "VIAJE A LAS CUEVAS DE JABALQUINTO DE LOS AÑOS 60".
Nueva sección en la Web Jabalquinto.biz, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas ha todos los lectores que visitan la Web una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana, "VIAJE A LAS CUEVAS DE JABALQUINTO DE LOS AÑOS 60".
Recordando el origen de este nombre que proviene del árabe “Jabal Cantix” o en opinión del profesor Aguilera Pleguezuelo de un híbrido, formado por Jabal, de “Jabal”, monte y el término hispano, de origen latino, quinto y que de todas formas significa monte quinto, iniciamos esta segunda etapa del recorrido por Jabalquinto, recordando aquellas cuevas.
Hasta los años sesenta, las cuevas eran las viviendas predominantes en Jabalquinto. Se distribuían por todo el cerro a lo largo de tres pisos y, según algunas fuentes, llegaban a las quinientas. En la actualidad, estas precarias viviendas permanecen ocultas por haberse edificado delante de ellas. Sin embargo, aún queda visible la entrada y chimeneas de algunas de ellas.
Excavadas en el cerro se componen de una habitación seguida de otra. Al final está la cuadra, donde estaba el burro, la cabra, las gallinas, e incluso la paja. Este tipo de viviendas fueron protagonistas de numerosos derrumbamientos, muertes y penurias en tiempos aún no muy lejanos.
Lo atestiguan los siguientes párrafos publicados al inicio de la década de los sesenta en “Vida Nueva”:
“Vengo de otro mundo. Os digo que vengo de un mundo distinto del nuestro, del que conocéis y conocemos. Era de noche cuando he salido de allí, y en los tres pisos del monte – tres filas de cuevas no había hogueras, ni risas… - . “Aquello es inimaginable. ¿Cómo pueden amar la luz gentes que nacen y mueren en la cueva?. La luz, que alumbra la tierra perforada, agrietada y amenazante. La luz, que talonea de miedo cada habitación bajo la tierra. Al parpadeo de un candil, yo me he acercado a unas paredes que no son como las paredes de nuestras casas, aunque estén blancas por la cal”. “Mire usted: una cama y aquí otra, al lado. Pues en cada cama dormimos ocho. Somos dos familias, y no nos tocamos nada. Pero se les hundió la cueva y ¿qué vamos a hacer?. “Las cuevas de Jabalquinto no son aptas para el turismo, ni para el estudio ni la vocación”.
“Estaba en la puerta de la cueva, sentada, cosiendo la ropa. Hacía un sol hermoso. Había salido a sentarse a la puerta de la cueva porque aquella mañana era, de verdad, una buena mañana de sol. Su marido en el campo trabajando. Como todos los días. Los seis hijos correteaban por allí. Jugaban al sol cuando comenzó el derrumbamiento. Un ruido como si se derrumbara la montaña. Ella, como una gallina que cobija a sus polluelos bajo las alas, corrió hacia sus hijos, y los abrazó. Abrazada a ellos, y sus hijos abrazados a la madre; ella, mirando aterrorizada al monte que se hundía, cansado de ser tanto tiempo monte. De repente, se dio cuenta de que sólo tenía cinco hijos abrazados a ella, y se soltó del brazo y en medio de la polvareda del monte derrumbado, delante de la cueva, supo que su Manolo había muerto. Hasta que lo encontramos. No sé el tiempo que duró aquello, quizá media hora, estaba junto a la puerta y con los brazos en cruz. Al oír el ruido saldría corriendo hacia la calle, pero antes de llegar lo alcanzó la avalancha. Y lo encontramos así, con los brazos abiertos y boca abajo”.
“Aquello es inimaginable. ¿Cómo pueden amar la luz gentes que nacen y mueren en la cueva?.
A la escasa luz de un candil, me he acercado a aquellos enormes lisos, rotos y desgajados, y no me he atrevido a palparlos en la veta abierta de sus brechas, porque se caen.
Viviendas predominantes que estaban presentes en la mente de aquellas gentes, como lo atestiguan las siguientes canciones recogidas por vía oral:
Venimos de Fuerte del Rey
que es un pueblo muy bonito.
Hemos pasado por Mengíbar
y hemos llegado a Jabalquinto.
Al pasar por el llano
nos dicen los de las cuevas,
Muchachos portarse bien,
vais a ganar muchas perras.
(Canción de comparsa trasmitida por vía oral por Julio Molina Rodríguez)
Me han cogido de la mano
me han metido en una cueva
me ha puesto de cena, perdices, conejos…
de toda ave que vuela.
Desolador panorama el narrado en los párrafos anteriores que, al ser publicados en la revista “Cara y Cruz” y difundidos en “Vida Nueva”, tuvieron tanta repercusión nacional hasta tal punto que muchas familias enviaron aportaciones económicas que, junto con subvenciones oficiales y mano de obra gratuita hicieron posible la construcción de viviendas en “Los Belenes”. Zona por la que se ha ido extendiendo el casco urbano y que será protagonista de nuestro recorrido en las próximas entregas.
Olayo Alguacil González
JABALQUINTO PASO A PASO " "APROXIMÁNDONOS A JABALQUINTO".
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ESTA SEMANA
APROXIMÁNDONOS A JABALQUINTO
Como ocurre con otros pueblos de la geografía provincial, Jabalquinto, aunque muy bien comunicado, lo podemos considerar como una población marginada al estar emplazada en un cerro distante tres kilómetros del tráfico rodado. Por tanto para adentrarse en su casco urbano hay que hacerlo de forma intencionada, recorriendo esos tres kilómetros de ascenso al cerro en que se encuentra ubicado.
Con el objetivo de dar a conocer los encantos de esta población que con fecha 5-X-2010 contaba con 2364 habitantes, es por lo que nace esta nueva sección que esperamos haga que muchos viajeros que hasta ahora han pasado de largo o solamente se han adentrado en el núcleo urbano en fiestas o por motivo de trabajo, lo hagan de forma intencionada y al menos le dediquen una visita pausada.
Una vez situados en el cruce de Jabalquinto, al que se puede llegar o bien desde Linares o desde la autovía de Granada, iniciamos el ascenso paulatino, inmersos en un gran y estático mar de olivares, entre tonalidades verdes y plateadas, hasta recorrer ese trayecto que nos sitúa en el cerro donde se desparraman calles, viviendas y monumentos artísticos a los que nos iremos acercando de forma pausada y atenta en próximas semanas.
Esta situación en la cima de un cerro nos hace pensar que su origen obedece a un doble fin. Por un lado, el de protegerse de las crecidas del Gadalquivir y por otro el de mantener una situación estratégica frente a los ataques del enemigo. Posición elevada con relación al medio circundante y que ha hecho famoso el dicho popular: “Andar, andar y Jabalquinto a la par”; ya que tanto se ve desde lejos que parecía a los caminantes que nunca lo rebasaban y a los automovilistas por muchos kilómetros que recorrieran siempre lo divisaban. Se divisa desde todas las vegas del Guadalbullón, entre Jaén y Mengíbar, y desde la autovía siguiendo en dirección a Bailén. También en todo el recorrido ferroviario entre nuestra capital y la Estación de Espeluy, y vuelve a aparecer en el tramo Espeluy a Linares – Baeza.
Esta visión lejana en lo alto del cerro desde tan diversos y distantes lugares, con la sensación de llevarlo siempre al lado, llamó la atención a Antonio Oliver Balmás (profesor y poeta que durante los años de la guerra civil visitó nuestra provincia, junto con su esposa Carmen Conde Abellán, poeta, narradora y primera mujer en la Academia Española) quien le dedicó el siguiente poema compuesto de tres cuartetas:
“Andar, andar…
y Jabalquinto a la par”
Para todo ser pensante
guardo un problema sucinto:
¿Quién andaba, Jabalquinto
o el alma del caminante?
Esta pregunta cortante
encierra un gran laberinto.
El que llegue a su recinto
acabará delirante.
En verdad, lo interesante
era, en la tarde corinto,
la perspectiva gigante
del pueblo sobre su plinto.
Olayo Alguacil González