JABALQUINTO Y SU HISTORIA
En principio Jabalquinto fue una torre musulmana cuyo objetivo primordial atendía a una doble finalidad: controlar y defender el vado del Gualdalquivir. El cinco de noviembre de 1009 tuvo lugar dentro de lo que es hoy el término rural de Jabalquinto, la batalla de Quantix, relatada en la famosa crónica del condestable Lucas de Iranzo. El conde don Sancho, haciendo prodigios de valor, venció al caudillo Almadí, quedando en el campo de batalla, según el cronista unos 20.000 muertos. Probablemente la cifra no sería real puesto que para dar importancia a los hechos, el autor la debió aumentar conscientemente. Los cristianos se instalaron en la zona y construyeron un castillo que en la actualidad no existe. Según el historiador local Mateo Francisco de Rivas y Soriano, al tiempo de la fundación de Jabalquinto, existían dos poblados musulmanes:
Estiviel y Ventosilla, cuya población acabaría desapareciendo, coincidiendo con el final del reinado de Alfonso XI. Posteriormente se realizó una nueva puebla que se debió a Día Sánchez de Biedma (1347). A principios del siglo XVI apenas vivían en Jabalquinto 30 familias. En el siglo siguiente el número de familias aumentó a unas 150. Alcanzó su punto álgido en los primeros años del siglo XVII con aproximadamente 300 familias, no dejando de perder población a lo largo de la segunda mitad del mismo siglo. Los años cuarenta, cincuenta y ochenta del siglo XVII fueron de una gran mortandad en el pueblo disminuyendo el número de sus habitantes.El primer paso en la constitución del señorío de Jabalquinto, lo dio Día Sánchez de Benavides en 1406 al otorgar su testamento el cual cedía los bienes de su mayorazgo a su hijo primogénito, Men Rodríguez de Benavides, dejando los bienes libres (Jabalquinto, Espeluy, Estiviel, Ventosilla y Roda de Mengibar) a sus otros dos hijos, Gómez y Manuel. Siete años más tarde modificó el testamento, al entregar a Gómez los lugares de Mota y Valdematilla, con lo cual, Manuel, el hijo tercero, podría pretender formar un patrimonio independiente a partir de los bienes libres sobredichos. La última marquesa de Jabalquinto fue María Josefa Alfonso Pimentel que detentó el señorío gran número de años (1763- 1834). Había casado con el noveno duque de Osuna, por lo que, tras este último año, las posesiones de Benavente pasaron a su primogénito; sin embargo, el marquesado de Jabalquinto se adquibrió al hijo segundo, Pedro Alcántara, que recibió los títulos de principe de Anglona y marqués de Jabalquinto.
SU ESCUDO
Cuartelado en cruz y coronado de corona real cerrada. Un castillo de oro sobre campo de gules, barras de gules y oro, tres ondas de azur sobre plata y caudillo árabe encadenado forman el escudo de la villa de Jabalquinto.
SU NOMBRE
Procede del Árabe y del Latín. Se trata de una palabra compuesta. La primera “Jabal” procede del árabe y significa monte y la segunda “Quantix” es el genitivo latino del nombre propio Quinto. Por tanto el nombre originario sería Jabalquantix cuyo significado es “Monte de Quinto”. Reforzaremos esta teoría con el significado de “Monte de Tariq” o “Gibraltar”.
SUS HABITANTES
El número de habitantes que en la actualidad figuran en el padrón de habitantes es de 2750. El gentilicio: Jabalquinteños y su superficie 73 kilómetros cuadrados.
SUS MONUMENTOS
LA ERMITA
La Ermita de Nuestra Señora de las Mercedes y San Juan Bautista fue construida por orden de la Sra. Marquesa Doña Catalina de Rojas y Sandoval en el año de mil seiscientos treinta y cinco. Este pequeño edificio religioso de estilo conventual, está situado extramuros de la antigua villa. Hoy, esta Ermita se encuentra desacralizada y acondicionada para vivienda, aunque no habitada. Su fábrica, de sillar, presenta una planta rectangular y un tejado construido a dos aguas. En el centro superior de la fachada, la espadaña, muy sencilla, conteniendo un solo vano y un frontón rectangular.
Ermita de nuestra Señora de las Mercedes y San Juan Bautista
EL PALACIO
El palacio de los Benavides fue construido entre los siglos XVI y XVII dentro del castillo o fortaleza medieval. En el siglo XIX se acometieron algunas obras que no afectaron a la totalidad del edificio. Fueron modificados los vanos y el balcón, así como el portalón de la entrada. La planta de este noble edificio es de forma rectangular. La parte posterior estaba ocupada por un jardín con su huerto. Recientemente restaurado, se ha convertido posiblemente, en uno de los más amplios y bellos ayuntamientos de Andalucía.
LA IGLESIA DE LA ENCARNACIÓN.
Este templo parroquial es de unas dimensiones no muy exageradas. Se pueden distinguir dos fábricas y dos momentos constructivos distantes en el tiempo. La primera de 1577 y la segunda de 1866. La portada, enmarcada por dos grandes contrafuertes, está compuesta de un gran arco trasdosado, de medio punto, con clave resaltada, que lleva la inscripción: “Dedicatio conceptionis”. El arco queda flanqueado por dos columnas corintias acanaladas y en su mitad inferior bastones alternantes. Las columnas reposan sobre grandes basamentos; sobre ellas corre un entablamento con friso liso y jarroncitos sobre pedestales a los lados. La portada la engalana un gran medallón de María Madre, sedente, con Jesús en su regazo. Por su estilo, recuerda diseños de la escuela de Andrés de Vandelvira.
SUS PLATOS TÍPICOS
Como en toda la provincia y en Andalucía, los jabalquinteños han sabido a lo largo de la historia y aún saben comer como nadie, gracias a los productos y a la imaginación de quienes los tratan y elaboran. Podríamos enumerar un sin fin de platos que aún se siguen cocinando en los fogones de las cocinas jabalquinteñas. Mencionemos sólo los de más tradición culinaria:
- Andrajos o guiñapos - Borrachuelos - Huevos moles - Tortillas de harina - Magdalenas caseras
ARTESANÍA
Desgraciadamente no quedan vestigios de la labor artesana de nuestros antepasados. Un par de personas mayores aún elaboran algunos objetos de esparto, por encargo, relacionados fundamentalmente con la agricultura, aunque en realidad ya no se utilizan: capachas, cestas, zapatillas…
PRINCIPALES FIESTAS
Las nuevas formas de convivencia han dado lugar en Jabalquinto como en la mayoría de los pueblos a que muchas fiestas que favorecían la relación íntervecinal hayan ido desapareciendo. Jabalquinto es un pueblo que siempre se ha distinguido por su alegría, por su buena acogida y por la participación ciudadana en los eventos más importantes. Aún podemos ver al llegar los primeros calores del verano a algunas viejecitas tomando el fresco a la puerta de su casa, pero no podemos disfrutar ya aquellas carreras de caballos en el lugar del llano. Pocas son también las lumbres de San Antón, San Blas o la Candelaria que iluminan y calientan a calles y vecinos del pueblo. Tampoco los mozos y mozas juegan a la rueda como antaño. La Semana Santa jabalquinteña, sin embargo, no ha dejado de crecer, aunque conserva, afortunadamente, sus señas de identidad : Pregones litúrgicos de Viernes Santo, Saetas desde los balcones y procesiones, plenas de sentir y devoción. Oficialmente contamos en el pueblo con tres fiestas o eventos populares más o menos organizados desde las instituciones, junto a otras fiestas, menos señaladas, diseminadas a lo largo del calendario anual:
- Fiesta en honor de Ntro. Padre Jesús Nazareno. 26 de Julio. - Romería de San Isidro. 15 de Mayo. - Fiesta del Emigrante. Sin fecha fija en el mes de Noviembre.
Nuestro Padre Jesús Nazareno
San Isidro
FIESTAS DE JABALQUINTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario