Creía que con la mayoría holgada que las urnas le brindaron el 22-M la vida política y social de Jabalquinto se normalizaba. Pero, el sábado, el alcalde jabalquinteño, Pedro López Lérida -UDJ-, se encontró con una 'desagradable' sorpresa.
Esta vez, no eran las injurias del pasado, sino una “amenaza de muerte” pintada con aerosol en su coche.
Linares. Sábado, 3 de septiembre. Hora: 12.45 de la tarde. Ante el instructor de la Guardia Civil comparece el alcalde de Jabalquinto, Pedro López Lérida. Está nervioso e irritado. La situación ha llegado al límite. “Esto es demasiado grave”, sentencia. Después de un julio y un agosto “tranquilos”, cuando pensaba que la tumultuosa vida política y social que heredó de la moción de censura se había serenado como consecuencia de unas elecciones municipales en las que obtuvo el respaldo mayoritario de los vecinos, el sábado, López Lérida se encontró, en la mismísima puerta de su casa, con una amenaza que excede la gravedad —dice— de cualquier calumnia, injuria o desagravio que pudiera haber sufrido en el pasado.
Ese mismo sábado, entre la medianoche y las dos de la madrugada, el joven alcalde jabalquinteño había estacionado el coche en la puerta de su domicilio. Nada era diferente a cualquier otro día. Sin embargo, “sobre las 11.45 de la mañana”, una vecina le avisó de que, “en la parte lateral izquierda del vehículo, tenía una pintada que abarcaba toda la zona”. “Con un spray blanco difícil de limpiar” —se lee en la denuncia que el munícipe interpuso ese mismo día ante la Benemérita—, descubrió que alguien había escrito la palabra “muerte”.
“Esto —reflexiona preocupado— es otra cosa”. Evoca los panfletos de injurias que sucedieron a la moción de censura que destronó al que había sido su partido —el PSOE— después de catorce años en el poder, la guerra de calumnias cruzadas que se prodigaron familiares y miembros del tripartito y los derrotados. “Me escupían cuando iba en el coche o me echaban cosas por encima de él, pero que te pongan la palabra ‘muerte’ es otra cosa”, comenta a Diario JAEN. Considera que la situación ha llegado ya al nivel de “acoso personal”. Y no está dispuesto a que vaya más allá. “No tengo miedo —asegura tajante—. Me he comprometido con el pueblo y voy a seguir trabajando hasta el ultimo día, pero esto es desagradable y desanima mucho”.
En el parte de diligencias, al que tuvo acceso este periódico y en el que expone literalmente que “se siente amenazado de muerte, ya que el mensaje es claro”, Pedro López Lérida indica “que no tiene sospecha del autor, pero cree, como alcalde del pueblo, que la causa ha podido ser decisiones políticas que ha tomado últimamente”. ¿Qué decisiones? “He hecho algunos recortes”, apunta vacilante y, acto seguido, se corrige, desprecia esa idea y ataja: “Cuando puse la denuncia se me pasó eso por la cabeza, pero esto es consecuencia de mucho tiempo atrás y de alguien que me tiene interés”. No señala a nadie con el dedo, porque —lamenta—: “No tengo pruebas”. Pero, aun sin disponer de ellas, afirma: “Ahora, he vuelto a notar que el ambiente está más caldeado. La oposición [se refiere al Partido Socialista] se está encargando, de nuevo, de animar a la gente en mi contra”.
El tránsfuga que se quedó en el poder
Fue el “pupilo” del PSOE y del que fuera alcalde durante catorce años, José Manuel Martínez, pero el “clientelismo” y la falta de espacio para desarrollar los proyectos que soñaba para Jabalquinto lo condujeron, en noviembre de 2009, a suscribir una moción de censura con IU y el PP que derrocó a su partido. Eso hizo de Pedro López Lérida un tránsfuga. Con este “título” gobernó durante un año y medio. En las elecciones pasadas, y al frente de la Unión Democrática de Jabalquinto, se alzó con el 59,73% de los votos emitidos.
Fuente:Diario Jaén
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