Esta semana finalizamos esta sección con la última ficha de Jabalquinto Paso a Paso
" SECADEROS DE TABACO".
" SECADEROS DE TABACO".
El tabaco, muy extendido en América en la época del descubrimiento, e introducido en Europa y después en Asia a partir del siglo XVI, se cultivaba y también se procedía a su secado en la denominada Vega de Jabalquinto, en donde aún se resisten, a pesar de su notable abandono, a desaparecer algunos de ellos.
En Jabalquinto se empezó a sembrar tabaco en 1953, en el paraje denominado “La Vega”. Se sembraba a finales del mes de julio, y se recogía en el mes de diciembre. Tras la recogida de las hojas de tabaco verdes, se llevaban a los secaderos, se hacían “ristras” y se colgaban en traviesas del techo. Para el proceso de secado se construyeron cuatro secaderos de propiedad de Eleuterio González, Esteban Sánchez y José Escribano.
Dicho tabaco, una vez seco, se le quitaban hojas, se pesaban y se empaquetaban para su traslado a Granada para su elaboración.
La mano de obra, durante la recogida era de unas 150 personas entre hombres y mujeres; unos recogían las hojas, otros las cargaban. Otras personas hacían las ristras; siendo los más jóvenes los que se subían en unas escaleras para colgarlas en los travesaños.
Dicha actividad se desarrolló en Jabalquinto durante unos quince años, desapareciendo por diversos motivos, entre ellos el alto coste de la recogida y quizá la falta de tradición de este tipo de cultivo, siendo plantado el terreno de olivos.
En aquella época, tras la recolección del tabaco, se procedía al enristrado de las plantas que pendían durante dos meses del techo de la nave de estos secaderos naturales; cuyas características constructivas eran las siguientes: planta rectangular con una única y alargada nave; vertiente a dos aguas con cubierta de teja árabe;abundantes ventanas con enrejado de ladrillo por todos los lados; pequeños agujeros circulares y multitud de chimeneas que destacan en el tejado.
Abundantes orificios por todos los lados con un único y evidente objetivo: permitir la entrada y circulación de corrientes de aire que era el único elemento utilizado, junto con la temperatura y humedad que marca la naturaleza a lo largo del año, para este tipo de secado. Una vez seco se embalaba en cajones para su posterior traslado a las fábricas en las que se preparaba para su venta y consumo. Consumo que era frecuente hacerlo utilizando la cachimba o liándolo por el propio fumador en papel que se adquiría en los estancos en “libretes” con uno de los lados engomados. No faltaron sencillos artilugios para que cada uno se liase su propio cigarro.
En la siguiente adivinanza, recogida por vía oral, se resume sabiamente el proceso que sigue el tabaco desde que nace hasta que es consumido en un cigarro.
Verde fue mi nacimiento
negra mi mocedad
y ahora me visten de blanco
para poderme gastar.
Tabaco suelto que era llevado en una especie de estuche de cuero, llamado petaca.
Petaca, cajetillas de tabaco y liadora de cigarrillos
Me gusta la leche en tarro
el aguardiente en tonel
el vino tinto en un jarro
y al terminar de comer
de tu petaca un cigarro.
Dame, primo un cigarrillo
de esta petaquita nueva
pa, mientras me lo fumo,
decírselo a esa mozuela.
Me gusta la leche en tarro
el aguardiente en tonel
el vino tinto en un jarro
y al terminar de comer
de tu petaca un cigarro.
Dame, primo un cigarrillo
de esta petaquita nueva
pa, mientras me lo fumo,
decírselo a esa mozuela.
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