Publicación disponible en diferentes establecimientos (ENTRE LIBROS de Linares. En Internet: ERGATORRELIBROS) y que se nos brinda la posibilidad de conocer parte de su contenido, a través de este medio de comunicación.
Portada y contraportada del libro publicado por Olayo AlguacilESTA SEMANA SÉPTIMA FICHA
CANDIL
CANDIL
Lámpara de aceite formada por dos recipientes de metal: candil y candileja, superpuestos con un pico cada uno. En el superior se pone el aceite de oliva y la torcida que era un cordón de algodón; aunque también se hacía con tiras de trapos viejos.
El candil sirve de soporte a la candileja y estaba provisto de un gancho y rabo para su transporte o para colgarlo. También los había con un solo recipiente.
Multitud de adivinanzas y coplillas, recuperadas por vía oral, aluden a los elementos, forma, consumo y otros aspectos de esta primitiva lámpara
Beas de Segura (Conchi)----------- Museo Minas (Linares)
Aceite contengo,
y por el pitorro me enciendo.
Yo vi un muerto venir
y con un vivo pegar.
El muerto se fue con vida
y el vivo no le hizo “na”.
En aquel rinconcito
hay un viejecito,
sacándose la tripa
poquito a poquito.
Museo Zuheros-- Castillo Yeste -- Pontones (José León)
Un tío muy chiquitito
apegado a la pared
con la pitutilla tiesa
esperando a la mujer.
Colgado en la chimenea estoy
y a todos débil luz doy.
Su moco da poca luz
pero se usa desde
el “arroz con duz”.
Pozo de hierro
maroma de trapo.
Si no me lo aciertas
te capo.
Pocico hondito
licor de madera
soguita de trapo
palillo cualquiera.
Pontones ---------- Museo ZuherosLas mujeres de la Sierra
cuando se van a dormir
se dejan el culo afuera
para apagar el candil.
Quien fuera clavo de oro
donde cuelgas el candil
para besarte en los labios
cuando te vas a dormir.
Una vieja y un candil
son dos estorbos en casa
la vieja por lo que gruñe
el candil por lo que gasta.
A Corea ya no voy
porque no tengo que ir.
Un novio que allí tenía
lo cambie por un candil.
Vamos a la cama
vamos a dormir.
Tú cogerás la manta
yo cogeré el candil.
En el fondo de la mina
clamaba un minero así:
¡Dios, mío que solo me siento
en mi compañía un candil
y la salida no encuentro!.
Una vieja en un corral
se lo miraba y decía
“este candil tiene aceite
lo que le falta es torcia”.
(Sacado de los libros: “Útiles y aperos tradicionales” y “Aquellos eran otros tiempos” de Olayo Alguacil)
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