EN Y DESDE EL AULA, EL RIO BAROSA

“EN Y DESDE EL AULA”

Aplicamos los conocimientos adquiridos, en el aula de Ciencias Sociales, al entorno más inmediato.

Olayo Alguacil González

Con el objetivo de aplicar los conocimientos adquiridos en las clases de Ciencias Sociales al entorno más inmediato, aprovechando que he desarrollando con el alumnado de 1º el tema de las unidades del relieve, nace esta pequeña ruta para comprobar “in situ” lo tratado en el aula.

Río Borosa, un buen recurso para el estudio de pliegues.

Las diferentes formas que adquiere la corteza terrestre constituyen lo que llamamos relieve terrestre en el que influyen diferentes agentes para su formación. Entre ellos, las fuerzas internas que originan los pliegues y las fallas, dependiendo de la dureza y elasticidad de las rocas.

Estas fuerzas, actuando durante millones de años, hacen que la corteza se ondule y forme pliegues. En un lugar se levanta el terreno (anticlinal), en otro se hunde (sinclinal).

Esquema de un pliegue

Con un recorrido por el curso del río Borosa podremos comprobar esta singular forma de formación de montañas y valles.

Para llegar al PUNTO DE PARTIDA, habremos de hacerlo por la carretera asfaltada que atraviesa la Sierra desde CAZORLA hasta EL PANTANO DEL TRANCO. En el antiguo km 17 de dicha carretera (A-319, Km. 48,8) se encuentra LA TORRE DEL VINAGRE.

Charco de la Cuna en el río Borosa

Desde la Torre del Vinagre hay que tomar una carretera que sale al frente y que nos llevará hasta la Piscifactoría del río Borosa que dejaremos a la izquierda para, después de atravesar el puente, situarnos en una zona restringida autorizada para el baño. Lugar conocido como el Charco de la Cuna en la que se suceden pequeñas cascadas que han originado diversos charcos, a veces profundos, ideales para el baño. Aguas puras y cristalinas que con el paso de los años han erosionado las rocas modelando curiosas formas que unido a los plegamientos le dan una configuración especial a la zona donde predomina la disposición vertical de los atrados.

Desde el Charco de la Cuna, iniciamos el recorrido a pie por una pista forestal, a la derecha, cerrada al tráfico rodado. Amplia y bien cuidada pista de tierra que se inicia con una magnífica panorámica de sucesión de pequeñas cascadas y discurre pegada al margen derecho del curso fluvial y que nos llevará, tras algo más de un kilómetro, a la unión del Aroyo de las Truchas,que drena por la vertiente izquierda al Borosa vertiendo sus aguas en una gran charco en el que es frecuente la presencia de los pescadores; ya que todo este tramo se repuebla semanalmente con trucha arco-iris, constituyendo un enclave idóneo para que se practique la pesca intensiva y además que sea el coto en el que más concursos se celebran de nuestra provincia

Un puente peatonal de madera nos traslada al otro margen del río para poder acceder a este arroyo, también conocido como Agracea. Entre espesa vegetación a ambos márgenes, compuesta por encinas y quejicos principalmente, así como por abundantes arbustos que conforman el sotobosque, discurren sus aguas apresuradamente en los últimos metros de su curso por el fondo del valle, sinclinal, de estructura rocosa resultante de un plegamiento.

Sinclinal por el que discurre el Arroyo de las Truchas

Fenómeno geológico con el que se resalta, si cabe, aún más la belleza del paisaje de esta zona en la que los pliegues con sus anticlinales y sinclinales son frecuentes de observar a lo largo de todo el recorrido por el cauce del río o junto al puente de Los Caracolillos en clara alusión a los restos fósiles marinos encontrados, situado a unos noovecientos metros más adelante, y que constituyen un buen recurso didáctico para aprender “in situ” este proceso de formación de valles y montañas.

El curso de agua excava los materiales dejando a la vista espectaculares pliegues.

Esta noticia es un trabajo que hoy martes realizarán el alumnado de 1º de la eso del IES Mateo Francisco de Rivas de Jabalquinto a través de la Web Jabalquinto.biz